Las organizaciones criminales tienen varias opciones para lucrarse. Según indagaciones de la Policía, algunas lo hacen a través de los hurtos, otras con el tráfico de estupefacientes y unas a través de la extorsión. Incluso, hay evidencias de que bandas realizan las tres al mismo tiempo con el fin de tener más dinero en sus arcas. 

En el caso del tráfico de estupefacientes también se generan disputas entre las organizaciones criminales y hay retaliaciones entre ellas porque les es imposible hacerse a la idea de que otro se esté lucrando del negocio ilícito. La avaricia por el dinero sale a relucir hasta tal punto que hay homicidios selectivos como ha ocurrido en el municipio de Soledad, donde el mismo General Diego Rosero, Comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, ha precisado que los recientes casos guardan relación con esa disputa por el control de territorio para traficar cocaína y marihuana en pequeñas cantidades en los diferentes barrios de la población.  

Por su parte, el hurto se constituye para las organizaciones en otra variante para la obtención de dinero. Las grandes organizaciones se enfocan en cometer fleteos, robos de bancos y de joyerías. Situaciones que generen grandes ganancias para ellos.

Sin embargo, la otra forma de obtener ‘dinero fácil’ es la extorsión. Un delito que afecta directamente a los comerciantes con exigencias de sumas millonarias de dinero a cambio de no atentar contra su vida o la de su negocio.

Tener una panadería, una tienda o cualquier negocio en algún punto de Barranquilla o su área Metropolitana también se convierte en presa fácil de los grupos delincuenciales organizado para que pague una cuota por mantenerlo abierto.

Aunque son varias las bandas que se encargan de la extorsión en Barranquilla y su Área Metropolitana, la que más se destaca en este accionar e identificada por la misma Policía es la de ‘Los Costeños’, la misma que en el año 2013 obligó a que el comercio cerrara por 24 horas para protestar y exigir resultados a la Policía, Fiscalía, Gobernación y Alcaldías del Área Metropolitana. 

El 2013 fue, por decirlo de alguna manera, el año donde se presentó el ‘pico’ de la extorsión por parte de ‘Los Costeños’ hasta tal punto de que conductores de buses urbanos y vendedoras de chance eran asesinados para exigir a los dueños de las respectivas empresas a que pagaran extorsiones. 

La situación requirió la presencia del entonces Presidente Juan Manuel Santos para tomar medidas que conllevaron a reducir este flagelo, pero que en realidad nunca ha desaparecido.

Barranquillita, una de las zonas más afectadas

Uno de los sectores afectados por la extorsión ha sido la zona de Barranquillita, lugar en donde los comerciantes se han unido a la Policía para minimizar este flagelo. 

Ramón Castilla, presidente de la Asociación de Abarroteros de Barranquilla (Asaba), contó esta semana que se viene trabajando con las autoridades para lograr ese fin. 

“Nosotros venimos trabajando todos los gremios de la mano con la Policía Nacional y sin el apoyo de esto sería muy complicado. En Barranquilla existen organizaciones delincuenciales bien organizadas”, precisó.

Un hecho que generó alarma el domingo anterior fue cuando el presidente de la Asociación de Vendedores de Plátanos, Elkin Fábregas, resultó herido a bala en un parqueadero de la calle 8 con carrera 41D. 

Aunque el Coronel Carlos Cabrera, Subcomandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, precisó que el hecho se debió a una situación de intolerancia cuando al parecer hubo una riña con otra persona, a los comerciantes y la comunidad en general lo primero que se les vino a la mente fue que había sido por una extorsión. He allí lo que el imaginario colectivo llega a pensar a raíz de los hechos anteriores ocurridos en ese sector y en que la misma Policía sí confirmó que se trataron por extorsión.

Este año, hasta ahora, no se ha presentado un hecho violento en Barranquillita relacionado con este flagelo, pero sí en otras zonas de la ciudad. 

El Subcomandante de la Policía precisó que el grupo Gaula viene realizando campañas en el sector comercial para hacer un llamado a los comerciantes para que denuncien estos casos a tiempo. 

Hay que recordar que el no pago de extorsión ha terminado en crímenes en el sector de Barranquillita como el ocurrido el 20 de junio del 2018, cuando un sicario llegó al negocio de razón social ‘Fruit Fresh’, en la calle 9B con carrera 41, y mató al comerciante Diego Fernández Fuentes Vásquez y a su empleado Michael Gómez Ocando, de nacionalidad venezolana.

La Policía reportó en su momento que el doble crimen lo había perpetrado la banda criminal de ‘Los Costeños’ por el no pago de extorsión. Por estos hechos, en agosto y octubre de este año fueron capturadas dos personas. Se trató de una mujer apodada como ‘El Negra’, quien habría entregado el arma al sicario y un adolescente de 17 años que tendría vinculación directa con el doble crimen. 

El suroriente tampoco se escapa 

El suroriente de Barranquilla tampoco se escapa de este flagelo de la extorsión. Comerciantes de este sector de la ciudad han vivido en carne propia esta situación cuando presuntos integrantes de bandas criminales llegan a sus negocios con papel en mano donde hay un número de celular para que se comunique con el supuesto cabecilla de la organización criminal con el fin de acordar las cuotas de pago de la extorsión o de lo contrario son víctimas de atentados.

Ese  fue el caso del tendero Gerardo Reyes Vega, de 58 años, quien fue asesinado a bala dentro de su negocio de razón social ‘La María’, ubicado en la calle 41 con carrera 30, barrio Chiquinquirá, el 24 de febrero del 2020. 

El comerciante había denunciado ante las autoridades que era víctima de extorsiones y tras una investigación el Gaula de la Policía logró capturar a Tommy Yoel Zerpa Brito, alias 'Tommy Masacre', sicario de ‘Los Costeños’, quien protagonizó una cinematográfica fuga de la URI de La Pradera en marzo del 2020. Zerpa Brito fue recapturado meses después en el barrio Las Malvinas de Barranquilla para ser llevado a juicio por el crimen del tendero.  

En noviembre de ese mismo año fue condenado a más de 37 años de prisión. Sin embargo, las autoridades han conocido audios en los que presuntamente el condenado continúa dando órdenes desde la cárcel para seguir con su accionar delictivo.

El caso de la granada en el Centro

Pero la extorsión no ha sido cosa de años anteriores. Este fenómeno delincuencial sigue presente en el 2021. Es claro con lo ocurrido el pasado 12 de enero en el carrera 40, entre calles 44 y 43, en el centro de Barranquilla, donde presuntos integrantes de la banda ‘Los Costeños’ lanzaron una granada contra un negocio por el no pago de una extorsión. Sin embargo el artefacto fue pateado por un empleado y explotó en la mitad de la calle. El saldo fue de 14 ciudadanos heridos.

Las investigaciones de las autoridades determinaron que ‘Los Costeños’ le estaban exigiendo la suma de 100 millones de pesos a la dueña del local donde lanzaron la granada y según interceptaciones telefónicas de la Fiscalía el mismo ‘Tommy Masacre’, el condenado por el crimen del tendero, desde la cárcel de Valledupar, habría coordinado con otros integrantes de la banda que se encuentran libres para lanzar el artefacto explosivo por orden directa de Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias ‘Castor’, uno de los máximos cabecilla de ‘Los Costeños’ y quien se encuentra detenido en Venezuela.

Por el atentado, como presuntos autores materiales, fueron capturados Antonio Polanco Castillo, alias 'Jeffrey'; Erick José Morales López, alias 'Peluquero'; José Gregorio Serrano Machado, alias 'Caracas' y Cristian Corredor.

La extorsión desde las cárceles

El pasado 7 de marzo Zona Cero reveló unos audios de cómo otro presunto integrante de ‘Los Costeños’, identificado Otón Alfredo Peralta Estupiñán, alias 'Otón', y quien también se encuentra recluido desde la Cárcel ‘La Tramacúa’ de Valledupar le exige la suma de 50 millones de pesos a un comerciante de Barranquilla o sino va a ordenar matar al que esté en el negocio.

También el 12 de febrero del presente año se reveló otro audio del mismo ‘Otón’ amenazando a una comerciante. 

Todos estos audios hacen parte de una investigación que llevan las autoridades y que demuestran que la extorsión no ha desaparecido, sino que continúa moviéndose entre los diferentes sectores de la ciudad. 

El operativo más reciente contra este delito ocurrió este viernes cuando la Policía se tomó la Cárcel Modelo de Barranquilla logrando incautar 18 teléfonos celulares, 40 simcard, 25 armas blancas de fabricación artesanal, 5 memorias USB y 6 cuadernos de anotación, donde las autoridades evidenciaron en diferentes apuntes los nombres y números telefónicos de diferentes víctima entre comerciantes, amaa de casa y empresarios a los cuales llamaban para exigirles ciertas cantidades de dineros que oscilaban entre los 500 mil hasta los 50 millones de pesos.

La delincuencia sigue allí al acecho, pero igualmente las autoridades tratan de contenerla.